El 3 de octubre se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el nuevo Reglamento del Sector Eléctrico, marcando un antes y un después para el ecosistema energético mexicano. Este marco redefine cómo se genera, almacena, transmite y consume la energía, con el objetivo de construir un sistema más sostenible, confiable y justo.
Pero, ¿qué implicaciones reales tiene para las empresas industriales y grandes consumidores?
1. Orden y certidumbre para invertir
Por primera vez, México cuenta con un esquema regulatorio que centraliza permisos y supervisión bajo la nueva Comisión Nacional de Energía (CNE).
Esto elimina duplicidades entre SENER, CRE y CENACE, reduce los tiempos de aprobación y da trazabilidad a los proyectos mediante el Sistema Nacional de Información Energética (SNIE).
Para las empresas, esto significa un entorno con menos incertidumbre operativa y mayor previsibilidad para planear inversiones a largo plazo.
2. Autoconsumo regulado y con respaldo obligatorio
El reglamento introduce tres modalidades de autoconsumo —aislado, interconectado y en grupo— aplicables a parques industriales y redes privadas.
La novedad clave: el autoconsumo interconectado deberá contar con respaldo en baterías (BESS). Esto consolida al almacenamiento como parte esencial de la infraestructura energética moderna, garantizando continuidad operativa y estabilidad de red incluso ante variaciones o apagones.
3. Reconocimiento formal del almacenamiento (BESS)
El almacenamiento deja de ser una figura “auxiliar” para convertirse en una actividad regulada.
Podrá operar asociado a proyectos de generación o consumo, o como Almacenadora independiente, brindando servicios como regulación de frecuencia, respaldo, arbitraje energético y control de voltaje.
En los próximos 180 días, la CNE deberá emitir las Disposiciones Administrativas de Carácter General (DACGs) que detallarán los procedimientos y requisitos técnicos para su instalación y operación.

4. Planeación energética vinculante
Con la Ley de Planeación y Transición Energética (LPTE), todos los proyectos deberán alinearse al Plan de Desarrollo del Sector Eléctrico (PLADESE).
Esto refuerza la coordinación entre CFE, CENACE y CNE bajo una sola estrategia nacional, enfocada en metas de energía limpia, eficiencia y reducción de emisiones.
5. Implicaciones para los grandes consumidores
Las empresas con alta demanda energética deberán registrar y reportar su consumo bajo nuevos estándares de gestión (similares a la ISO 50001).
Además, el nuevo marco facilita la integración de proyectos híbridos (solar + almacenamiento) y la venta de energía entre privados dentro de redes particulares, abriendo oportunidades inéditas de optimización y nuevos modelos de negocio.
Cómo puede prepararse tu empresa
La transición no solo es técnica, sino estratégica.
Las organizaciones deberán:
Evaluar su consumo y su capacidad de autoconsumo.
Incorporar almacenamiento para cumplir con la nueva regulación.
Alinear sus proyectos al PLADESE y a los estándares de la CNE.
Integrar sistemas inteligentes de gestión energética (EMS) para monitorear, optimizar y reportar en tiempo real.
En Skysense, ayudamos a las empresas a adaptarse y aprovechar este nuevo marco con soluciones integrales: consultoría regulatoria, ingeniería BESS + solar, interconexión, monitoreo y esquemas de adquisición flexibles a través de SkyOne y SkyFund.

El nuevo reglamento marca un punto de inflexión: de la incertidumbre a la planeación inteligente. Las empresas que se anticipen y fortalezcan su estrategia energética no solo cumplirán con la norma, sino que ganarán autonomía, ahorro y resiliencia.
En Skysense, creemos que la energía inteligente no solo se consume: se planea, se gestiona y se transforma en ventaja competitiva.