¿Qué es la Energía?

Es curioso: vivimos en una época donde somos más dependientes que nunca de la energía, pero si te pregunto qué es exactamente, probablemente te quedes pensando unos segundos.

Y no te culpo. La humanidad lleva siglos usándola, vendiéndola, midiendo su costo por kilowatt-hora… pero no terminamos de entender qué demonios es.

 

La energía es el gran actor invisible detrás de cada cambio.

 

Piénsalo: el movimiento de las olas, el viento en la cara, o yo —en este preciso instante— moviendo mis dedos sobre el teclado… todo eso son manifestaciones de energía.

Pero ¿qué es realmente?

Si tuviera que explicarlo sin ponerme insoportable con fórmulas, te diría que la energía es simplemente “algo”.

Sí, suena muy profesional, lo sé.

Pero ese algo es el responsable de todo cambio que ocurre en un sistema físico.

No existen “energías distintas”, solo distintos disfraces
 

Nos enseñaron en la escuela que hay energía mecánica, eléctrica, química, térmica, nuclear, solar, eólica y quién sabe cuántas más.

Pero, siendo honestos, eso puede llevarnos a confusión: parecería que existen muchos tipos diferentes de “algo”.

Y no.

Es el mismo “algo” manifestándose de distintas formas.

Un electrón moviéndose en un cable, una gota cayendo desde una cascada o una molécula de azúcar descomponiéndose dentro de tu cuerpo son variaciones del mismo fenómeno: el cambio.

El cómo cambia depende del tipo de fenómeno: químico, eléctrico, mecánico, etc.

La energía no se crea ni se destruye; solo se transforma y se pasea con diferentes máscaras.

 

Entonces… ¿qué tiene que ver esto con paneles solares y baterías?

 

Buena pregunta.

Porque en teoría, podrías pensar: “Oye, yo solo quiero ahorrar en la factura de CFE, no una clase de física cuántica”.

Y tienes razón. Pero aquí va la conexión:

Un panel solar simplemente toma ese algo en forma de luz (fotones) y lo convierte en movimiento de electrones: energía eléctrica.

Una batería, por su parte, guarda ese algo en forma química para que puedas usarlo después cuando el sol se oculte.

Nada más, nada menos.

En ambos casos estamos haciendo lo mismo que hace una célula viva: tomar energía de un fenómeno y traducirla en otro.

 

La parte incómoda: somos adictos a lo invisible

 

Entre tú y yo… somos unos adictos.

Dependemos de ese algo para absolutamente todo:

para transportarnos, trabajar, cocinar, o incluso para el TikTok que ves antes de dormir.

Todo lo que te rodea —la luz, el aire acondicionado, el sonido del celular— es energía en acción.

Y si un día desaparece, descubrimos lo frágil que es nuestra modernidad.

Sin energía no hay ciudades, hospitales, ni siquiera memes.

Quizá por eso vale la pena detenernos un momento entre el tráfico, la oficina o el scroll infinito y pensar:

“¿Qué es lo que realmente hace que todo esto se mueva?”

En resumen

La energía es el gran actor invisible detrás de cada cambio que ocurre en el universo.

No tiene color, olor ni forma, pero se manifiesta en todo: desde las olas del mar hasta el clic que acaba de registrar tu dedo.

No existen energías distintas, solo un mismo fenómeno adoptando distintos rostros.

 

Y mientras más aprendemos a dominarla —con paneles, baterías o turbinas— más dependientes nos volvemos de ella.

Porque la energía no solo mueve al mundo.


Nos mueve a nosotros.

En Skysense creemos que entender la energía es el primer paso para independizarnos de ella. Por eso trabajamos cada día para transformar conocimiento en acción, tecnología en confianza y energía en libertad.

AUTOR:

Mauricio Aguilar

Business Intelligence Coordinator

¿Qué opinas?
Deja una respuesta

Artículos que te puedes interesar: